En la zona sur de la provincia de Lugo y al norte de Orense, la Ribeira Sacra se presenta como un destino perfecto para un viaje de placer donde la gastronomía y las antiguas tradiciones se dan cita.
Este lugar maravilloso de encanto muy particular comprende las riberas de los ríos Sil y Miño. Se cree que su nombre le ha sido dado en la Edad Media teniendo en cuenta que en la región existen una gran cantidad de templos y monasterios enclavados en los cañones y laderas.
Hoy, pueden visitarse unos dieciocho monasterios, que llevan a los viajeros por las rutas de la vid que siguen rumbo a Galicia.
Un paisaje magnífico acompaña nuestro viaje por las tierras bañadas por los ríos Miño y Sil, pequeños pueblos con un encanto particular nos esperan en este viaje, junto a otras tantas parroquias, lugares a los cuales accederemos por históricas carreteras de piedra.
Un camino que nos muestra los Balcanes de las laderas del Sil monumentos naturales increíbles, tierra de vinos exquisitos y de los más apreciados en Galicia que llevan la Denominación de Origen Ribeira Sacra.
Los deliciosos vinos de esta zona son conocidos con un nombre genérico “mencía”, haciendo referencia a la variedad de la uva que es utilizada para elaborarlos. Por su parte, la variedad de vinos blancos llamada “godello” está a la misma altura de los tintos en cuanto a su excelente calidad.
Tierra de leyendas la Ribeira Sacra está colmada de historias que nos remontan a la época de los dioses como Júpiter que se dice quedó fascinado ante la belleza de la tierra gallega y con el fín de poseerla atravesó un río. Indignada por tal competencia la diosa Juno abrió en su faz una herida para que Júpiter la repudiara al verla menos bella. Esa herida es la que hoy se conoce con el nombre de los Cañones del Sil, un imponente paisaje que alcanza en algunos puntos desniveles que van más allá de los trescientos metros.
Al recorrer los Cañones del Sil podremos apreciar que sirven de frontera entre las provincias de Lugo y Orense, con bellos viñedos que en forma de terrazas le dan al paisaje un colorido sin igual.
Desde el Mirador del Duque, ubicado en la capital de la Ribeira Sacra, en el municipio de Monforte de Lemos es posible admirar fantásticos paisajes y si deseamos adentrarnos más en tanta belleza, es sólo llegar hasta los puertos fluviales de Doade y hacer una excursión en catamarán por alguna de las rutas turísticas que existen por el Sil.
Como ya dijimos en toda la región de la Ribeira Sacra existen gran cantidad de Monasterios y ermitas que colman las colinas de manera pintoresca. Todos ellos han sido restaurados y convertidos en sitios turísticos como es el caso del Monasterio de Santo Estevo, donde funciona un parador de turismo. También, el Monasterio de Monforte de Lemos situado en un enclave perfecto es otro parador desde donde puede verse un paisaje inigualable, además de ser un alojamiento estupendo.
En el pasado, todos estos monasterios fueron edificados por los monjes en sitios solitarios, así es posible visitar el Conjunto Monumental de San Vicente do Pino, donde se encuentran la Torre de Homenaje, el Monasterio de San Vicente do Pino, construido en el siglo IX y el antiguo Palacio de los Condes de Lemos.
Así, el monasterio original constaba de un claustro central de estilo neoclásico, con cantería labrada y hoy remodelado nos ofrece 50 habitaciones y otra edificación a su lado llamada Casa del Monte Fuerte como otra opción de alojamiento.
Para quienes buscan pasar unos días de paz y quizás también de meditación la Hospedería monástica de las monjas bernardas del Divino Salvador de Ferreira de Pantón, es una opción excelente. Aquí el alojamiento y comidas se pagan a voluntad y según las posibilidades de cada huésped.
Esta congregación posee este sito de hospedaje donde lo pintoresco está en poder convivir con las monjas y conocer cómo es su día a día, tanto de trabajo como de oración. Las monjas que habitan el convento son todas de edad avanzada y su vida gira en torno a la oración, el trabajo en el huerto y la producción de dulces almendrados que son famosos en la región.
En la actualidad pueden visitarse dieciocho monasterios en toda esta zona, resultando una experiencia realmente diferente.
Además de los antiguos monasterios y los deliciosos vinos en pleno corazón de la Ribeira Sacra es posible encontrar la parroquia perteneciente al municipio de Sober en Lugo y allí visitaremos la alfarería de un hombre llamado Gundivós González, único heredero de las tradición alfarera en el pueblo, tarea que no es fácil teniendo en cuenta que en una población pequeña como esta la mayoría ha dejado atrás muchas tradiciones y trabajos artesanales.
Sin embargo, este hombre sigue siendo alfarero y su trabajo lo realiza en una casa rectoral en el centro de la ciudad, que también cumple la función de tienda, donde pueden verse los bellos trabajos hechos por Gundivós, además de una sala que exhibe piezas con una antigüedad superior a los 100 años, la mayoría de ellas donadas por los mismo vecinos.
En los restaurantes de toda la región es posible degustar platos tradicionales de la culinaria gallega como por ejemplo su exquisito pulpo y dependiendo de la época del año puede presenciarse el concurso de “Tapas” obviamente todo acompañado de un buen vino de la zona.
Un viaje que lo tiene todo, antiguas culturas y tradiciones, arquitectura fantástica, bellos paisajes y excelente gastronomía, Ribeira Sacra es un sitio que vale la pena conocer.