Jerez, es la tierra del flamenco, de los caballos y del vino. Su ubicación privilegiada, entre sierra y mar, la dotan de un clima mediterráneo excepcional, y en un sitio para admirar tanto el legado histórico y cultural, como así también el natural.
Su centro antiguo, declarado “Centro Histórico Artístico”, es una de las primeras visitas que debemos realizar en Jerez. Del mismo destacan las plazas con sus magníficos naranjos, los palacios, las bodegas y las iglesias.
Su Ayuntamiento antiguo, de estilo renacentista, el cual acoge por estos días a la Biblioteca Municipal y el Museo Arqueológico.
Sus Palacios, entre los cuales se destaca el del Duque de Abrantes, el de Villavicencio y el de Bertemati.
Su preciosa Catedral, de estilo gótico, barroco y neoclásico, localizada en la Plaza de la Encarnación, la Basílica de Nuestra Señora de la Merced, antiguo convento mercedario de estilo barroco, y un sinfín de edificios religiosos, integran su rico patrimonio histórico y arquitectónico.
Una amplia lista de museos y varias bodegas, gracias a las cuales se ha hecho famoso el “jerez”, completan los sitios de interés turístico de este magnífico destino.
Entre los atractivos naturales, tenemos que mencionar al Parque Natural de los Alcornocales y los Montes de Propio de Jerez, dos lugares muy interesantes, para entrar en contacto con la naturaleza y con el paisaje que nos regala Jerez de la Frontera.