Se acerca febrero y con él una de las fechas más esperadas por las parejas que planean una escapada romántica para el ansiado San Valentín. Son varias las ofertas azucaradas, pero en esta oportunidad les propongo visitar Ámsterdam, una ciudad que por su historia, arquitectura y la magia de sus calles, te lleva a viajar en el tiempo, más precisamente a la época medieval.
Otro aporte de carácter romántico lo genera el entorno en el que se encuentra situada esta ciudad, levantada prácticamente sobre el agua, los canales y sus puentes hacen de sus paisajes verdaderas postales.
Claro que para los enamorados nada importa siempre y cuando se tengan el uno al otro, aunque estar con tu ser amado en un escenario de lo más maravilloso y romántico no tiene precio. Y así es Ámsterdam, de esas ciudades que te hacen enamorarte del amor, donde todos tus sentidos se despiertan.
Paseos y caminatas de la mano en las mañanas, con el brillo del sol en su máximo esplendor, dibuja trazos de colores en los edificios que se recortan; o bien al atardecer otra buena opción para disfrutar de a dos esa mágica imagen que reflejan los canales que adquieren un color anaranjado de lo mas hermoso.
Por las noches todo vuelve a transformarse, los puentes se iluminan y se reflejan en las aguas convirtiéndose en una aventura sencillamente exquisita y única.
Este es el momento del día donde las parejas eligen entre alguno de los cafés o restaurantes situados en sus callejones, para comer o beber algo.
Para los enamorados empedernidos la mejor opción es hacer un crucero por entre los canales en elegantes veleros y para los más aventureros los paseos en bicicleta resultan también una estupenda elección.
Una opción ideal para compartir con tu media naranja el próximo Día de los Enamorados.