Las escapadas de fin de semana, siempre resultan un bálsamo para salir de la rutina y de las preocupaciones diarias.
Y uno de los destinos que recomiendo para este tipo de viajes, es Balmaseda, villa medieval y con encanto situada en la provincia de Vizcaya, en el País Vasco.
Sólo 30 kilómetros la separan de Bilbao, y es posible disfrutar en sus alrededores de rutas recreativas tales como la Porqueriza y Kolitza, zonas en donde es posible disfrutar de los bosques de pinos, cipreses y de los Montes de Ordunte.
El entorno que rodea Balmaseda es por demás de pintoresco, la villa es atravesada por el río Cadagua lo que le otorga un paisaje excepcional dominado por cimas, valles, arroyos y montes.
La villa cuenta con un vasto Patrimonio Histórico y como toda ciudad medieval cuenta con un casco antiguo, núcleo urbano de estrechas callejuelas unidas por cantones.
Entre los monumentos se destacan:
Parroquia Santo Cristo de San Severino: templo de estilo gótico construido en el siglo XIV.
Templo de San Juan: del cual se destaca su antigua torre de 1732.
Puente Viejo: puerta de entrada a la villa. El mismo es de estilo románico y su origen data del siglo XIII.
Monasterio de Santa Clara: hoy convertido en hotel.
Casa Consistorial: edificio de estilo barroco con varias remodelaciones.
Ermita de San Sebastián y San Roque: data del siglo XIII, es de estilo románico.
Palacio Urrutia: edificio señorial del siglo XVII.
Un museo textil funciona hoy en la vieja Fábrica de boinas La Encartada, el cual constituye otros de los paseos interesantes para emprender en Balmaseda.
Además por Balmaseda pasa una de las rutas jacobeas del Camino de Santiago, una muy buena oportunidad para visitar esta villa con encanto del País Vasco.